Semana 2: El diseño como proceso y el trinomio
En esta clase vimos acerca de lo que es el diseño y las etapas del proceso para diseñar, así como también que es el trinomio de diseño.
DISEÑO COMO PROCESO
El diseño es, ante todo, un proceso de significación. Su origen etimológico proviene del latín designare, que significa “señalar o marcar”, y se relaciona directamente con la noción de signo, entendido como aquello que representa algo y transmite información a través de los sentidos. De esta manera, diseñar implica planear y producir significados mediante un lenguaje propio que combina elementos lingüísticos, visuales, estructurales y materiales.
En este proceso, el diseñador actúa como un intérprete. A partir de una demanda lingüística del cliente (ya sea oral o escrita), traduce esa necesidad en propuestas visuales y funcionales. Se genera así una cadena de comunicación: el cliente expresa una demanda, el diseñador la codifica e interpreta, el producto se convierte en el medio transmisor, y finalmente el usuario decodifica e interpreta la información. Por ello, el diseño no es un acto aislado de creatividad, sino un sistema de comunicación que vincula lenguaje, pensamiento y materialización.
El proceso de diseño implica varias etapas: la comprensión del problema, la interpretación de los signos lingüísticos, la transformación en signos visuales y materiales, y la introducción del producto en un contexto social. Solo cuando el usuario logra recuperar el sentido de ese significado, el diseño cumple su propósito, convirtiéndose en un acto racional y funcional que al mismo tiempo deja espacio a la intuición creativa.
En este sentido, el diseño puede entenderse como una disciplina de traducción cultural y técnica, donde el diseñador domina un lenguaje de signos y lo utiliza para resolver problemas, comunicar mensajes y generar propuestas que se adapten a las necesidades humanas de una época y un espacio determinados.
Por otro lado surge el concepto del trinomio del diseño, compuesto por objeto, usuario y contexto. El objeto es el resultado material del proceso de diseño, aquel que concentra la función, la forma y el mensaje. El usuario representa a la persona para la cual se diseña, el destinatario que interpreta, utiliza y da sentido al producto. Por último, el contexto corresponde al entorno cultural, social, histórico y tecnológico en el que el objeto se inserta y adquiere relevancia. Estos tres elementos son inseparables: un objeto sin usuario carece de sentido, y un usuario sin contexto no podría interpretar plenamente el diseño.

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