Semana 1: La forma
Esta semana tuvimos un breve repaso sobre que es la forma y cuál es su utilidad.
LA FORMA
La forma es un elemento esencial dentro del diseño y el arte, ya que constituye la configuración externa de los objetos y les otorga identidad. Se origina a partir de la combinación de puntos, líneas y planos, y es a través de ella que se construye el lenguaje visual.
Existen distintos tipos de formas. Las geométricas son regulares, precisas y obedecen a principios matemáticos, como el círculo, el cuadrado o el triángulo. En contraste, las orgánicas se inspiran en la naturaleza, por lo que suelen ser irregulares y libres, como las siluetas de una hoja, una nube o una figura natural. Finalmente, las abstractas resultan de la simplificación o deformación de formas reales, lo que les da un carácter expresivo y subjetivo.
Además, la forma posee ciertas propiedades que enriquecen su significado: el tamaño influye en la percepción de grandeza o pequeñez; el color determina el contraste y la atención; la textura, ya sea visual o táctil, aporta sensaciones; la dirección (vertical, horizontal, diagonal o curva) sugiere estabilidad o movimiento; y la posición establece jerarquía dentro del espacio.
La forma también se relaciona con otros elementos visuales. Cuando adquiere tridimensionalidad, genera volumen; al situarse dentro de un espacio, produce equilibrio, contraste o dinamismo en la composición. De esta manera, no solo define la apariencia de los objetos, sino que organiza el conjunto visual y transmite sensaciones específicas al observador.
En conclusión, la forma es mucho más que la simple silueta de las cosas: es un recurso expresivo que permite estructurar, comunicar y dar vida a las ideas dentro del arte y el diseño.

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